20 enero 2006

Al final de este viaje...

Me has dejado los Martes vacíos Fernando, también el recuerdo se ha quedado un poco descolgado sin tin. Nuestros zapatos están en el armario, colocados en su caja rosa. Te los llevaría al cementerio, pero me parece una broma de mal gusto para Rosario, tu mujer.
La próxima vez que tengas tanta prisa en morirte avisa, coño, me hubiera gustado devolverte todos esos besos que se me quedaron en el tintero.
Duerme...
"... A las aladas almas de las rosas, de almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero..."
(De nuestro querido Miguel Hernández, del que tanto aprendimos andando de puntillas)

2 comentarios:

Unknown dijo...

malditostacones te creía perdida. Me alegra tu regreso pero me apena tu estado. Anímate. Dos besos, uno en cada mejilla. Ah! y un abrazo. Lo necesitas.

Anónimo dijo...

Hay algo aquí que me gusta mucho. Un interior.

Un saludo