23 abril 2006

El Mosquito



De pronto el zumbido de un mosquito trompetero rompe el encanto.
Allí, ensimismado en la contemplación de esa nada, con ella al lado, decide encararse con la bestia voladora.
Si ha estado en la habitación durante todo el tiempo que ha durado el sexo, ¿cómo es que ha pasado desapercibido hasta ahora?
Tal vez los gemidos y gritos de ella han sido excesivos, debatiéndose entre el placer, el dolor y el orgasmo, para no perecer de gusto.
Quizá debimos bajar el tono de Chet Baker y no dejar sordo al vecino pervertido de al lado, que, a fuerza de forzar su oído izquierdo para oírnos, ha perdido del todo el derecho.
Fuera, en todo caso, el hecho de que los cuerpos desnudos suenan de manera sorda al rozarse, o que salen chispas durante la penetración que se transforman en acordes, o que mis embistes masculinos han insonorizado la estancia ocupándolo todo.
Pero, yo juraría que ese jodido mosquito no estaba aquí cuando llegamos.
Que sólo estaba ella, que se sentó en el borde de la cama al llegar, que se encendió un pitillo aún a pesar de saber que lo detesto, que balanceó su pié apoyado sobre su pantorrilla en un cruce de piernas imposible, y que solo estaba yo: dubitativo por ser un encuentro a trasmano, a traición, inoportuno tal vez. Azaroso, en definitiva.
Pero sí, ese maldito trompetista diminuto me ha jodido, me ha dejado en vela. Ahora: cuando la noche deja ese regusto de deseo y de sabor a su sexo en mi boca, en mi sexo, en la almohada.
Ahora, llega y lo jode todo ese cantor desafinado.
Hijo de puta.

Eso debió pensar él mientras tanto, pero yo ya estaba dormida: al abrir los ojos, le encontré mirando unos slips recostados en el suelo.
Sin poder evitarlo, me giré sobre la cama y los levanté: debajo de ellos, un mosquito yacía con una trompeta al lado.

“Los insectos no soportan el jazz; Creo que se ha suicidado”, me dijo.

Volví a conectar a Chet Baker y follamos de nuevo con la misma intensidad de hacía unas horas.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Chet Baker, lo mejor contra los mosquitos. Hasta ahora lo intentaba con Miles o Coltrane y una mosquitera, pero ahora lo tengo claro. El sonido metálico me acompañará durante las calurosas noches de verano.

P.D. Lo de que además es bueno para prolongar los orgasmos sí lo sabía.

Un beso dominguero.

LOLITA LOP dijo...

vamos que teniaís orquesta y todo ... coo te lo montas tacones

Mar dijo...

me despisté y por un momento pensé que eras hombre, tacones, lástima es lo único que te falta para ser perfectO.
Habrá que escuchar a Baker y si es verdad lo de los orgasmos será mejor que no lo pruebe o me moriré en uno.
Besos, sigue divirtiéndote...

Mar dijo...

Se me olvidó felicitarte por el cambio de imagen ¡qué chica más lista! Besos