25 abril 2006

Censura



“Dictámenes para mejorar el acto de censura” Dirigido a dirigentes políticos.

“Coja usted el periódico con dos manos. Siéntese y pídase un café o un carajillo y dispóngase a leerlo plácidamente. Total, si llega dos horas tarde al trabajo, ¿quién va a osar a decir nada?.
Tome la lupa de tres aumentos. Abra la página y pase por alto todo aquello que se refiera a nosotros directa o indirectamente.
Ignore, así mismo, aquel contenido que reproche sus actitudes o últimas directrices de partido. Pásese por el forro, las críticas de la oposición o el malestar de la población respecto de este tema o aquel.
Ahora sí: tome rotulador rojo, ponga cara de “ahora te he pillado” y, decida a pito-pito, entre los dos articulistas de siempre (esos dos a los que ya no puede ni ver, que le ahogan, que no callan los cabrones) quién dice esta vez, algo que le hará saltar de sus casillas o, decida, si es el caso, quién entre ellos, será la cabeza de turco necesaria para pasar por la quilla de su arrogancia.
Acerque la lupa mencionada anteriormente y comience a tragar letras. Qué gusto, relámase si quiere. Comience a subrayar todo aquello que, aún sabiendo que es axioma, le sienta como una patada en los cojones. Disfrute orgiásticamente de su farsa demócrata, su pueril autoengaño, de saber que eso que está leyendo es la excusa perfecta para dejar claro quién sigue mandando aquí. Esos progres no aprenden, los hijos de puta. Ya sabe usted que la Constitución se la puede pasar por donde amargan los pepinos.
Fotocopie el texto subrayado y déjelo, así, como quien no quiere la cosa, encima de la mesa de su víctima”.

Y así, lectores, acaba la primera lección de esta entretenida entrega de “Dictámenes para mejorar el acto de censura”, dirigido a dirigentes políticos.

Mañana más.


P.D.: Porque no puedo dejar este texto donde debo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Menudo cambio de tono. Esperaré paciente la siguiente entrega. Y ya me adelanto yo y le digo que le dé un puntapié en donde amargan los pepinos, o mejor con la punta del tacón.

Un beso obsceno, de esos sin censura.

Mar dijo...

Políticos...
Un beso, tacones, también me gusta leerte así.

LOLITA LOP dijo...

TACONES , he leido tu ultimo post varias veces , que lo sepas , pero no se me ocurre nada que añadir ...

besos sosos ( la sosa soy yo ¿eh?)

Anónimo dijo...

gritalo fuerte





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