23 febrero 2006

Apuntes en una barra de hielo


Esta vida de prisas no le deja a una tiempo para sentarse un ratito y decir, “me quedo en off, no estoy ni para mí, no cuenten conmigo”.
Recapitulemos Tacones:
1. Los Martes siguen vacíos; Algo de cenar y una película.
Tengo un candidato a la vista que puede sustituir a Fernando, pero aún ando ajustando perfil al puesto.
2. Igor es ya hombre divorciado y, por ende, separado también de esta Tacones que escribe.
Nuestra despedida fue melodramática, exagerada, como lo es todo en él: histriónico. Terrible. Él llorando, borracho, suplicando que no le abandonase yo también, que qué iba a hacer ahora con los zapatos…
- Busca una cenicienta cuando pasen las doce- no puede evitar soltarle la paparruchada…
Al día siguiente de mi ruptura sexual con Igor tuve un insight, le llamé y le comenté que por qué no le daba una oportunidad a Helena, mi vieja amiga, que por qué no la apadrinaba en el ático un tiempo. Que pasaba un mal momento, que la pobre se había instalado en casa y que yo no estoy hecha para compañías.
Quedamos para cenar los tres: Igor, Helena y yo. Los presenté.
Ella tan dulce, tan mona, tan conjuntada, tan bella…
Igor pareció olvidarme antes de que llegaran los postres: para ese momento, ya andaba manoseando las medias de cristal de mi amiga bajo la mesa.
Hijo de puta, salivaba como un perro de Paulov al escuchar la campanilla (sólo que Helena era mejor alimento)
Helena quedó encantada con Igor (ingenua) y quedó en instalarse en su ático al día siguiente: por su parte, mi antiguo amante, encontró una pava a la que sorprender con sus discursos esnobistas y a la que llevar del brazo a sus recitales horteras en recintos vips.
Y es que: no hay un roto para un descosido.
Martes libres, Jueves libres también… Tacones, ¿qué te está pasando?
3. Hablé con Carlos, el marido de Helena, ya no sé ni cuanto hace. Tal vez un par de semanas. Era previsible…
- Tacones, Helena tiene que volver conmigo. Yo la quiero.
- Eso se lo cuentas a ella Carlos. ¿Ya te has hartado de la otra?
- La otra es sexo Tacones. Está ahí y va a estar todo el tiempo que necesitemos el uno del otro.
- Vale, eso se lo cuentas a tu querida Helena, Carlos. Lo que tienen mujeres como ella es que no soportan una relación a tres. Para este tipo de hembras, es incomprensible que después del sexo con ellas, siga existiendo el sexo, si no es también con ellas. ¿No has pensado compartirla con la otra y montaros un trío divertido?
- La otra tampoco lo acepta.
- Jajajaj, lo tuyo es mala suerte.
- Estás muy guapa, Tacones.
- No voy a follar contigo, Carlos. No te pongas pescuecero.
A Carlos le había negado sexo miles de veces, aunque había follado con él hacía tiempo. Eso sí, siempre con Helena, que veía el sexo conmigo el sexo con ella misma. Reconozco que los tres lo habíamos pasado bien, muy bien.
Pero no podía empezar un rollo con Carlos porque ya no me atraía como antaño. Es un hombre atractivo, eso es innegable, pero no me siento capacitada para soportar a Helena y sus rollos pareja. Y eso es lo que tendría que aguantar a cambio de tirarme a Carlos y a Helena.
Tal vez me esté volviendo vieja… Puede ser.
4. Echo de menos a Fernando. Mucho. Pobres Martes, tan vacíos, tan solos.
5. Ismael anda en crisis. Mi querido Ismael. Su mujer está embarazada de nuevo. Su sexto hijo, así, como lo leen, sin anestesia ni nada: S e x t o.
Yo se lo digo: “Ismael, es lo que tiene ser supernumerario”
Lo que aún no comprendo es cómo su mujer, tras veinte años de matrimonio, no se haya percatado de la potencia sexual de su marido, y sólo acceda a hacer sexo con él vestida, con la luz apagada y con el fin de procrear.
Y lo más surrealista de la historia es que a Ismael, le excita ese rollo, le pone a cien ver a su señora de esa guisa esperándole en la cama, aún a sabiendas que lo máximo que obtendrá de ella son los cuatro gemidos justos para indicarle que la saque a toda leche.
Este sábado pasado Ismael y yo no follamos. Me desnudé, me puse sus botas y estuvimos fumando y charlando hasta altas horas. Es triste su doble vida.
Tan beato, tan vicioso…
Esta trayectoria le tiene que pasar factura, y alguna patología esquizoide resultará de tan contradictorias aficiones.
Si su mujer nos viera, estaría rezando rosarios hasta después de muerta.
Pobre, con lo recatada que es ella…
Gustosa la invitaría a una sesión con su marido. Disfrutaría como un animal.
6. Qué jodido destino, este invitado amoroso sí que sabe cómo hacer para no salir de tu cama...

5 comentarios:

Juan Muriel dijo...

hola, he visto que has visitado mi blog, y que me has hecho un comentario. Cómo me he sentido muy halagado, te voy a poner un link desde mi pagina.
besos
4dejunio.blogspot.com

MalditosTacones dijo...

Muchas gracias Lallamada. Me gusta tu blog, es fresco, es divertido. Tienes que ser un personaje sin desperdicio, sin duda...

Unknown dijo...

Tacones, tu agenda tiene demasiados tachones. Debes pasar página, cambiar de agenda o seguir tu instinto. En cualquier caso te deseo lo mejor. Te acompañaré aquí.
Un beso en la barbilla.

Antona dijo...

la mayoria de las chicas no saben andar con tacones..parecen patitos mareados,tu sabes?
salu2

MalditosTacones dijo...

Sé pocas cosas.
Pero me sostengo bien en los tacones. Por lo menos a día de hoy.

Salud, Antona...